miércoles, 19 de septiembre de 2012

el otro día....

El otro día 11 de septiembre  (¿suena la fecha?), pensaba algo curioso en el tren.
Había un montón de gente con auriculares, con la tableta, el móvil, etc.… algunos leían un libro (menos mal), pero estos eran los mínimos.
Me dedicaba a mirarlos, y nadie hablaba con nadie, ni siquiera se miraban, excepto cuatro viejas, y las llamo viejas, porque acabe hasta los hue… de escuchar su vida, aunque pensándolo bien, es lógico, dominan poco la tecnología, hablan cara a cara con las vecinas, mantienen la comunicación con sus hijos cuando vienen a verlas.
La conclusión es que todos estaban aislados, y mientras los observaba pensaba que la gran mayoría llegaran a casa, se pondrán delante del ordenador, para conectarse alguna red social y poder hablar y  comunicarse con gente.
Pasamos de hablar cara a cara, ha hablar con cartas, de las cartas pasamos al telégrafo, de este pasamos al teléfono, y desde este punto, la comunicación pasa por varias etapas rapidísimas, hasta estos tiempos en los que hay mil maneras de comunicarse, pero todas a distancia.
Esta muy  bien toda esta evolución, pero deberíamos aprovechar las opciones que tenemos para tener contacto cara a cara  con la gente (la discoteca no cuenta, porque comunicación. poca), porque en el momento que necesitemos por obligación, no sabremos cómo hacerlo, es  más, estoy seguro que ya le pasa a más de uno.
Por cierto venia en el AVE, y esto es la mejor manera para mantener una comunicación cara a cara.
Salíamos de BCN, a las 9 de la mañana, y a las 14 horas, ya estábamos comiendo en BCN; 5 HORAS.
Cuando hay caravana en la autovía, salimos de casa a las 7 de la mañana (desde Piera), y llegamos alrededor de las 9 a Sant Just, y desde Sant Just a Sant Andrés de la barca, tardamos unos 30 minutos, todo sumado son 2 horas y media.
Nos estamos planteando llevar al niño a un colegio de ZARAGOZA.

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